“Y todo lo que me queda es cantarte con el alma si te regalé la voz”

Por Vicky Paganini y David Alós

El día domingo amaneció agradable y soleado. Al parecer las circunstancias estaban dadas para que los orientales se presentaran en el Anfiteatro Municipal de Tunuyán. Pasadas las dos de la tarde el sol ayudaba a una tarde afable y la banda Tripolar salía a mostrar su música como primera banda telonera. Poco despúes de las tres de la tarde subía al escenario la banda de cuarteto La Doble V, con covers de los temas más famosos del cuarteto argentino, con todo el entusiasmo y la alegría que esa música transmite. A esa altura el anfiteatro tenía frente al escenario varias personas que estaban guardando su lugar de privilegio para ver a la banda principal, pero en los alrededores de la torre de sonido la gente disfrutaba del mate, los sandwichs, sentados sobre una mantita… todo un picnic. Al terminar el show de los cuarteteros, el escenario fue invadido por una muy buena banda de ska punk, los Millones Escondidos.

No Te Va a Gustar cerró su gira en el Valle de Uco y dejó una muy buena impresión en el público mendocino. El Día posterior al del Estudiante fue un día de festejo, sin heridos ni mayores disturbios. Fueron 34000 personas que disfrutaron de un muy buen show, con un plus: fue muy económico. La gente, luego de ovacionar a estos gigantes del rock uruguayo, se aprestó a salir tranquilamente y en orden del Anfiteatro que albergó a esta multitud.

El día de la primavera del 2013 convirtió el escenario de la “Fiesta de la Tonada” en un escenario a “Puro Rock”. 

“Una sonrisa se ve reflejada en un papel y se te empañan los ojos”

La fábrica de delirios

Por el ingeniero Carlitos Strǣndelberhj

(Cualquier racionalidad con la similitud de la coincidencia es pura lógica)

Nos han enviado millares de cartas, pero como han sido encuadradas dentro de la lógica del delirio ninguna ha llegado, lógicamente, a este destino.

De todos maneras aunque no las haya leídas, las cartas, me imagino una de las problemáticas que mayor frecuencia ha alcanzado: la inquietud de los dulces lectores y dulzas lectoras que sugieren susurradamente: ¡¡BASTA DE TEORÍA!! QUEREMO PRAXI, QUEREMO!!

Pues, bien, hoy dejaré de lado momentáneamente el Manual Kapelusz del Delirio Corriente y Sonante del Prof. Cacho Endié, nuestro libro de cabecera, y propondré una jornada de actividades prácticas artesanales: armaremos una fábrica de armar delirios…

¡Y ya está! Ya hemos cumplido nuestro objetivo, porque para cualquier vecino con sentido común esto de armar una fábrica con tales fines es por sí mismo un delirio enooorme!

Pero, a modo de plus, de extra, de yapa, de bonus track, armaremos una cajita de papel que servirá como incubadora de delirios verbales; logrados ellos, lo demás es cuestión de dejarse llevar…

Pues bien, alumnos y alumnas, trazad una tabla de doble entrada de tres columnas, luego colocaréis el título en orden sucesivo: objetos que sean cotidianos, palpables y simples, 

en la segunda colocaréis cualidades o atributos que no tengan relación con ese objeto simple, cotidiano, común, que sea medio raro mejor

Y finalmente completaréis con acciones que suelen suceder en sitios totalmente inverosímiles, fantasiosos o muy lejanos del planeta tierra

Aquí os dejo la tabla para que la completéis como Dios manda o debió haber mandado. Una vez terminada la lista, se comienza a enlazar las palabras (una por cada columna) y de esa manera se logran frases breves que pueden dar pie para gestar delirios mayores.

 (Por supuesto que el verbo se puede usar en cualquier tiempo y persona, del mismo modo que el adjetivo se puede cambiar de género y numero si lo pide el sustantivo).

Veamos cómo se puede usar: con las pocas palabras del ejemplo tendríamos la posibilidad de armar las ollas acústicas chanfleaban, que ya por sí mismo y sí misma es un delirio y deliria. Pero si te da el cacumen y quieres complicarte la vida, puedes ampliar el bolonqui: las ollas acústicas que mi tía usa chanfleron la carne hasta el plato del perro. La carne a la olla con sabor acústico chanfleó en su garganta… y así hasta El Sauce.

Otra alternativa: el circuito en vez de ser horizontal y con tres elementos, se puede integrar con los que se te cante el gusto léxico por la lengua castellana dialecto cuiano.

Hacedme sabed ded vuestrod aciertod!!

El clown, un reencuentro con tu niño interior.

Por Amelí Marlowe

 “El arte no entra en el niño, sale de él”…Arno Stern

Las personas, a medida nos hacemos adultos, tendemos a ir convirtiéndonos en modelos más o menos aceptables moralmente, con comportamientos  apropiados: conducta correcta en la escuela, conducta civilizada en un acto, conducta civil frente a otras personas; y así nos vamos transformando en una especie de autómatas que actúan de una manera ordenada por una convención algo autoritaria  pero establecida y aceptada, casi totalmente, por la sociedad. Entonces, estamos muy preocupados por no caer en el ridículo, no decir groserías, no hablar de más, demostrar al resto cuán bellos, inteligentes y cultos somos, cuántos libros hemos leído o el último recital de música al que hemos ido, y demás pretensiones que tenemos, y que nunca acaban. El clown de divierte ridiculizando y parodiando ese estilo de vida, y se ríe, por decirlo de alguna forma, de esa máscara rimbombante que nos colocamos olvidándonos de que somos seres  más naturales, que podemos ser más espontáneos, relajarnos y ser nosotros mismos. Hemos sepultado bajo una fachada nuestros sueños, tal vez por miedo, por regalar al olvido esas ideas que por alguna razón decidimos que no podríamos llevar adelante, y nos olvidamos de ser niños, nos olvidamos de cuando lo fuimos, de la pureza, de la ingenuidad, de lo instantáneo que significa ser niño.       

Si un clown nos permite encontrar en cada uno al niño perdido, la ingenuidad olvidada, si consigue dejar correr lágrimas de emoción al saber que un anhelo perdido no estaba perdido, sino negado, omitido tras la careta gris de la adultez, entonces, pueden estar seguros que una roja nariz y un par de sobresalientes zapatos ha provocado que el otro se redescubra, se sienta reconfortado, que se sienta como hacía mucho tiempo no sucedía, como un cauce seco tras un diluvio,  regado y con vida. El clown es el espejo de uno mismo y por ello lo queremos. Al redescubrirnos tenemos un reencuentro con nuestra infancia y nos da la oportunidad de abrazarnos con el niño interno que teníamos durmiendo en el fondo de nuestro corazón.

“El hombre es dueño de su destino y su destino es la tierra y él mismo la está destruyendo hasta quedarse sin destino”

Hace trece días que busco trabajo, no he tenido suerte, he dejado un centenar de CV y nadie me ha llamado. Estoy sentado en un banco de la plaza Independencia mirando el diario sábana local, parece haber muchos avisos pero ninguno sirve verdaderamente. Encuentro uno que se adapta a mis necesidades: “EMPRESA Seguridad seleccionará personal, ambos sexos, para centro cultural. Requisitos, mayor 21 años, 1.70 estatura mínima, secundario completo. Currículum y certificado buena conducta.”. No quise esperar más y me acerqué. Al entrar al centro cultural me recibieron muy bien y me dijeron que era el único que se había presentado a buscar ese trabajo. “Mucha casualidad” me dije, pero necesitaba el dinero. Me dieron el uniforme, antes de vestirme le mando un mensaje a mi novia: “Conseguí trabajo, te amo, después hablamos” y me quedé allí a cuidar el lugar. El guardia del turno anterior me dijo que tenía que cuidar los cuadros de una mejicana que, personalmente él, no entendía. Al instante supe quién era, comenzaron a irse todos, el centro quedó desolado y yo ahí dentro.

Comienzo a recorrer el Centro Cultural, por los pasillos casi obscuros del lugar vigilo que todo esté en orden. Mientras camino, escucho detrás mío (vale aclarar que no me asusto, ni desconfío, a esta altura ya sé lo que va a pasar antes de que pase): “Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por aquí y escuchas esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.” Me doy vuelta, me conmueven sus palabras, está de espaldas a mí. Me acerco despacio, ella está en la galería principal. Entra en mí la duda de si puedo o no tocarla, ¿qué tan reales son mis epifanías? Me decido, le toco el hombro, un escalofrío recorre mi cuerpo, he descubierto que puedo tocarlos, que son mucho más reales de lo que pensaba. Ella se da vuelta, me mira, me siento en la obligación de decir algo, “encontraste alguien parecido a vos, que pensaba que era el único así”, le regalo una sonrisa pseudotranquilizadora, que vislumbra el remolino de emociones dentro mío totalmente ajenas a este encuentro.

- Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior. A veces prefiero hablar con obreros y albañiles que con esa gente estúpida que se hace llamar gente culta.-Hizo una lectura de mí casi perfecta, mis mejillas se sonrojaron.

-Es una suerte que estés acá, es un embole bárbaro estar solo. Vení, vamos a la cantina, total es una noche llena de tiempo perdido.

-Entiendo,  yo pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola. Alguna vez le dije a mi doctor, “si me deja tomar este tequila le prometo no beber en mi funeral”. No es una pérdida de tiempo, cada (tic-tac) es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda.

-Es verdad lo que decís, pero el tiempo pasa y mi depresión cada vez es más grande, sin saber por qué.

-El dolor no es parte de la vida, se puede convertir en la vida misma. Tú mereces lo mejor de lo mejor porque tú eres una de esas pocas personas que, en este mísero mundo, siguen siendo honestas consigo mismas y esa es la única cosa que realmente cuenta.-me replicó y al terminar de hablar apareció en su boca una sonrisa macabra, la más macabra que he visto hasta ahora.

-Gracias por el cumplido, creo. Pero…-me interrumpió antes de poder terminar la idea

- Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco, a ti te debe pasar algo parecido. Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar, pero ¿qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?- Largo una carcajada, no la puedo contener, de alguna manera me siento muy parecido a ella.

-Qué haríamos sin ello. Pero me siento tan pequeño, con tan poca decisión, que creo que no puedo decidir sobre mi porvenir.-Esa sonrisa macabra e intimidante prevalece en su rostro, me mira fijo a los ojos fervientemente.

-El hombre es dueño de su destino y su destino es la tierra y él mismo la está destruyendo hasta quedarse sin destino. En fin, ve por el camino que desees, que la marea de la maldad te hunda y te entierre o sé un árbol de la esperanza y mantente firme.

Luego de beber varios vasos de tequila, la luz del amanecer comienza a asomar por las ventanas. Ella se da cuenta de que es momento de despedirnos, se levanta de la mesa y hace la mueca de una reverencia.

-Adiós, fue un gusto conocerte y gracias por los consejos.

- La vida insiste en ser nuestra amiga y el destino nuestro enemigo. Nunca pinto sueños o pesadillas. Lo único que yo sé es que pinto porque tengo la necesidad de hacerlo, pinto siempre lo que me pasa por la cabeza sin ninguna otra consideración. Pinto mi propia realidad.-una vez más logra sonrojarme, y me deja sin palabras, qué decir ante tamaña declaración, simplemente bajo la mirada-no tengas vergüenza, recuerda que hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados, y aunque tú no lo quieras creer, nosotros somos de los estrelladísimos. Adiós.

La veo alejarse por los pasillos del centro cultural, me dispongo a tomar lo que me queda de tequila en mi vaso, y aunque hasta hace unos minutos el gusto era tan real, solo había un vaso y era de agua, al levantar la mirada ella no estaba más.

Enrique Anderson Imbert

El ganador

Bandidos asaltan la ciudad de Mexcatle y ya dueños del botín de guerra emprenden la retirada. El plan es refugiarse al otro lado de la frontera, pero mientras tanto pasan la noche en una casa en ruinas, abandonada en el camino. A la luz de las velas juegan a los naipes. Cada uno apuesta las prendas que ha saqueado. Partida tras partida, el azar favorece al Bizco, quien va apilando las ganancias debajo de la mesa: monedas, relojes, alhajas, candelabros... Temprano por la mañana el Bizco mete lo ganado en una bolsa, la carga sobre los hombros y agobiado bajo ese peso sigue a sus compañeros, que marchan cantando hacia la frontera. La atraviesan, llegan sanos y salvos a la encrucijada donde han resuelto separarse y allí matan al Bizco. Lo habían dejado ganar para que les transportase el pesado botín.

El suicida

Al pie de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó.

Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno.

¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién, cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.

Al llegar a su casa se encontró con su mujer envenenada y con sus cinco hijos en el suelo, cada uno con un balazo en la sien.

Tomó el cuchillo de la cocina, se desnudó el vientre y se fue dando cuchilladas. La hoja se hundía en las carnes blandas y luego salía limpia como del agua. Las carnes recobraban su lisitud como el agua después que le pescan el pez.

Se derramó nafta en la ropa y los fósforos se apagaban chirriando.

Corrió hacia el balcón y antes de tirarse pudo ver en la calle el tendal de hombres y mujeres desangrándose por los vientres acuchillados, entre las llamas de la ciudad incendiada.

Tabú

El ángel de la guarda le susurra a Fabián, por detrás del hombro:

-¡Cuidado, Fabián! Está dispuesto que mueras en cuanto pronuncies la palabra zangolotino.

-¿Zangolotino?  -pregunta Fabián azorado.

Y muere.

Entonces, ¿Pactamos?

Buenos Aires, 25 de Septiembre de 2013

Querido Director de Palabras Macabras:

                                He sido sorprendido por su publicación, y por lo que esta proclama. El hecho de que todos podamos sentirnos cómodos compartiendo nuestras letras no es un acontecimiento que suceda a menudo en el mundo de las publicaciones literarias.

                Cuando descubrí que aquí yo podía invitar, como si fuese mi casa, un amigo escritor, la propuesta me dejó deslumbrado; porque así me había dejado a mí, hace unos años atrás, la poesía de Dennier. Cómo lo conocí y cuándo es una larga historia. Ha sido un lector asiduo, y nos conocimos en un círculo de escritores que dirigí en México, junto a otros colegas. Allí, pude apreciar el brillo de sus conversaciones y su gesto siempre tan humano, y cuando nos hicimos amigos, me mostró sus poemas, quedé obnubilado al percatarme de su manera de afinar el lápiz.  ¡Qué estilo literario tan cuidado! Antes de dar la última mano, adorna, ordena y organiza todas sus letras y  conforma un cuadro bellísimo con esas palabras. Pero  para qué seguir contándole cómo escribe. Publique los textos de mi estimado y lo podrá apreciar desde su propia experiencia.

                Le agradezco este espacio de difusión que tan afectuosamente lleva adelante, y en el que nos permiten mostrarnos, seamos viejos o jóvenes. Debo decirle que hace usted Sr.Alós, una tarea relevante que le compete y es notable que esta gestión le apasiona. 

Con afecto, siempre a disposición,

Enrique.

Dennier Nod

Literatura en Alas

Para poder opinar, nos debemos informar. No todos los delincuentes o convictos están perdidos, algunos pueden cambiar y muchos quieren cambiar la realidad que les ha tocado vivir. Algunos encuentran un punto de inflexión en la Literatura, otros en la educación universitaria. 

Por David Alós

Aunque a la gente le parezca increíble, este sistema reformatorio ha empezado a dar sus frutos y es verdaderamente re educador. Los cambia, los vuelve mejores alumnos y tienen ganas de aprender y aprehender cada vez más. Esta es la impresión que me dejaron con sus charlas, sus comentarios y sus textos, y en ellos claramente “van al hueso” con sus historias de vida, que tienen a flor de piel, y son historias interesantes y sensaciones impactantes. Todo esto por suerte tiene un plus, y es en donde PM quiere hacer hincapié, detrás de cada texto leído por ellos existe un trabajo de formarse para escribir bien, con estructura, usando sinónimos, palabras fuera de lo común y algunos hasta se animan a ser revolucionarios con lo que escriben, ¿está bien? Claro que está bien.

Para que existan cárceles los gobiernos deben tomar dos caminos: o la sentencia de muerte o verdaderamente creer que pueden reformar a los convictos. Aparentemente, la Argentina tomó la decisión de Reformar en vez de asesinar. Pero, como todo lo que sucede en este país, es a medias tintas. Al servicio penitenciario no le conviene que los convictos piensen y se eduquen, porque de esa manera pierden la peor y más utilizada represión: la intelectual. A estos gobiernos no le conviene tener personas libres y educadas, y lo demuestra cada vez más, entonces no es difícil imaginar la presión que existe para que dentro de las cárceles este modelo se replique de un modo exponencial. 

Por todo lo expuesto, pensamos que para tener mano dura primero debemos pensar en reformar el sistema educativo argentino, luego pensar en cómo reformar a las personas que se encierran en las cárceles para que no vuelvan a delinquir. Una sugerencia: educándolos o dándoles un trabajo y oficio dignos, pero esto  tampoco pasa, ya que por su trabajo dentro de la cárcel no les pagan lo que por ley está estipulado. Así, luego de haber transformado y mejorado todo el sistema educativo y penitenciario, recién en ese momento el pueblo debería sentarse a escuchar y a discutir las propuestas de “mano dura”  a tomar para con aquellos delincuentes que se rehúsen  a ser reformados.

“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.” Jorge Luis Borges

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.” Miguel De Cervantes

Luego de estas dos citas, PM aclara el apoyo incondicional a Lucio y su proyecto, entendemos que personas como él hacen que este mundo y nuestra cultura cambie para bien. Si todos nos educamos, no hay otro camino que el mejor.

5 al Hilo: “De la mano de estos seis”

La banda Cinco al Hilo presentó su primer CD el día sábado 28/09 a las 23hs en el Resto-Bar San Juan (ex café Soul). Una noche llena de aplausos y ovaciones.

Por Vicky Paganini y David Alós

Fuera de lugar
rumbo norte de mi descompostura cerebral
sin un sentido de guía en un mar azul
sembrado de vagos recuerdos
cuento
que uno toma por realidad
como niño en noche de verano
a la espera de la dicha del país de la imaginación
cuando
al despertar noto la madurez en mi rostro
espinas de la amargura de la vida
como si me reprocharan mi inocencia...
dolor
al ver una página deshecha a mi posterior
con la angustia de sentirse dispensable
con la incertidumbre de su futuro...

basta!

 fragilidad
espejo del yo interior
que trae como consecuencia el dolor
agobiado pensamiento sin hilar
en la soledad del infinito resplandor
del ser
bajo la tormenta del sentir
el padecer
con el rostro de hielo
dejando que el calor humano lo derrita
o inhumano.. Dependen
palabras más... palabras menos
que sentido encontrarle a la tergiversación del vocablo
si no se puede expresar lo complejo de la emoción
una lágrima...
bajo el colchón de la esperanza del sueño
como si no fuera a salir
a menos que sea necesario...

Raúl Nieto

Gobierno Robot

(Circuitos compasivos)

“... El hombre es quizás totalmente capaz de eliminarse a sí mismo. Si aún no lo es del todo, está haciendo rápidos progresos en esa dirección.”

George Gaylord Simpson (1902-1984), “El sentido de la evolución”, 1953